Vanesa
López, editora
Se define como un soñador romántico en cuya cabeza siempre
rondan proyectos, algunos imaginables y otros no tanto, pero además es un gran
defensor de la gastronomía y un bodeguero consolidado.
El diseñador Roberto Verino reconoce que, dado su espíritu
viajero, lamentablemente no sigue un ritual de consumo de aceite de oliva
virgen extra. Un producto que está empezando a descubrir gracias al "idílico" encuentro con la firma jiennense Castillo de Canena, a la que ha cedido sus “modelos
Prêt-à-Porter” para vestir los zumos que integran la novena edición
limitada de Primer Día de Cosecha.
Si bien, el modisto gallego asegura que este alimento y la
moda comparten muchísimas similitudes, entre ellas, seducir a los sentidos. Para
él, "un buen aceite es capaz de hacerlo, por su excelencia, por su
singularidad y por el trabajo bien hecho que hay detrás de él".
En una reciente entrevista que publicaremos en
OLIVARAMA, Verino nos desveló su gran pasión por el emblema de la
Dieta Mediterránea, que curiosamente obtiene en una pequeña explotación
emplazada en su tierra natal, Verín (Orense), en el entorno de la bodega que
posee donde produce los vinos Terra do Gargalo.
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